Es a través de la Conciencia del Amor donde la vida se transforma en una permanente actitud de comprensión y agradecimiento, disfrutando de la oportunidad de estar vivos, experimentando y compartiendo la Magia del Amor y la Amistad en su más alta expresión, descubriendo su mayor legado de Paz: la Felicidad Humana.
Cuando esta actividad conciente se expresa desinteresadamente, desarrollamos la capacidad de generar una actitud de empatía permanente que nos conecta de forma directa con los demás y la propia Inteligencia de la Naturaleza, permitiéndonos reconocer la belleza de la Unidad en la Diversidad e integrándonos conscientemente con un orden superior, es aquí donde despierta la Conciencia del Amor.
El Amor es el eterno principio que unifica, amalgamando cohesivamente todo lo que existe en la Creación.
El Perdón, la Compasión y la Belleza son sus primeros rasgos característicos en su expresión. La Misericordia y la Bienaventuranza son el gran destello de iluminación posterior, que nos indica, finalmente, el verdadero y definitivo Despertar de la Conciencia del Amor en nosotros mismos.
Cuando la Conciencia del Amor se exprese en la vida cotidiana de la sociedad toda, la humanidad enfrentará con naturalidad esta realidad y recién entonces será capaz de hacer precipitar ese futuro tan esperado de Unidad en Diversidad. Como resultado de ello, la Naturaleza entera se verá renovada y así la Tierra se acercará paulatinamente cada día más al paraíso.